Bite the Fly - Bites Motel

Bite the Fly Escape Room

Sala: Bites Motel
Dirección: Calle del Puerto de Pozazal, 4, Nave 23, Madrid

Visítales: bitethefly.com

Valoración de Los Bichos

Nuestra experiencia

¡Ojo que se avecinan curvas! Entrada en la parte alta del ranking en la Comunidad de Madrid. Hablamos de Bites Motel la primera sala de Bite the Fly. Si se unen dos cosas buenas solo puede salir algo todavía mejor. Atentos a la presentación de su web que nos da una primera idea de a dónde vamos.

Un viejo motel reformado abre sus puertas en el vacío pueblo de Bite the Fly. Reserva tu habitación y vive una experiencia única en este motel de carretera. Su gerente está ansioso por recibirte.

Cogimos fuerzas y nos preparamos para visitar el pueblo y descubrir todas las sorpresas que nos deparaba su motel. Para esta aventura contamos con la ayuda de un experto escapista con el que ya hemos jugado otras veces, así que esta vez seríamos tres cabezas pensantes, ¡todo un lujo! Quedamos en el lugar de encuentro donde fuimos recibidos muy amablemente y fuimos invitados a pasar. El objetivo de Bite the Fly es que desde el primer momento te sientas parte de la aventura y que te dejes llevar por el espíritu de su motel de carretera. Nosotros fuimos en modo test y ya pudimos ver una parte de esa presentación y también nos contaron algunas ideas que tenían para hacerlo más inmersivo por lo que estamos seguros que os sorprenderá. Un punto que nos gustó mucho fue la forma y lo bien integrados que están en la aventura los trámites de antes de entrar propiamente a jugar (dejar las cosas, rellenar consentimientos, etc). ¡No podemos ponerle ni un pero! 

 

La ambientación es sin duda uno de los puntos fuertes de esta sala y en cuanto entréis en este vacío pueblo os daréis cuenta. Se nota que le han dedicado mucho tiempo y han prestado atención a los detalles no solo de la sala en si sino de todo el local. Se puede ver el cariño de la gente que hay detrás y que también son jugadores y saben lo que una buena sala debe tener en cuanto a ambientación se refiere. La temática es de tensión sin llegar a ser terror aunque, si eres como nosotros y disfrutas con todo, también tiene toques de humor. Además pueden regular sustos y este nivel de tensión durante el juego por lo que es apto para todo el mundo miedosos o no. Nos pareció un acierto como juegan con la iluminación y los sonidos durante el juego creando el ambiente adecuado. Además luego nos dijeron que todo eso lo controlan en vivo para cada sesión por lo que apreciamos el curro detrás de cada sesión. Nosotros fuimos al principio por lo que todos los elementos estaban nuevos y bien cuidados aunque nos parecieron elementos robustos que aguantarán bien el paso de muchas sesiones. Otro punto que nos gustó es la libertad que hay para desplazarse por las diferentes estancias del juego aunque esto suponga que muchas veces no tengas claro por donde hay que actuar e incremente el tener que poner el cerebro en funcionamiento. Sin embargo no estaremos solos, siempre tendremos un par de ojos atentos a nosotros. 

En cuanto al nivel de dificultad general nos pareció que tiene un nivel medio. Hay algunas pruebas más complicadas pero en general todas son asequibles. También son pruebas que hacen que el juego sea bastante fluido y tengas algo que hacer en cada momento. Un punto a destacar es que no buscan que el jugador se vuelva loco entre el gran número de elementos que hay durante el juego. Han decidido un mecanismo para identificar lo útil y que solo tengas que pensar cómo utilizarlo. Durante el juego hay un poco de todo, mecanismos, pruebas físicas, candados, interacción… Aunque no es un factor principal, también habrá que buscar bien y por supuesto tener una buena capacidad de relacionar todo. La aventura consiste en 101 minutos para conseguir nuestro objetivo y para ayudarnos a ello contaremos con una ayuda en los momentos necesarios. Una ayuda que dependerá del momento de juego y que está muy bien integrada en la ambientación. Como hemos dicho, la ambientación es clave por lo que no encontraremos un monitor con el tiempo, centraos en disfrutar de la experiencia. 

Nosotros llegamos allí sin saber muy bien a qué nos íbamos a enfrentar y tardamos poco en meternos en el papel y ser uno más de la historia. Comenzamos algo lentos y haciendo una pequeña trampa por accidente que no tardamos en deshacer para disfrutar de la experiencia real al cien por cien. Poco a poco fuimos cogiendo ritmo aunque siempre poniendo cien ojos en todos lados. Buscamos por todos lados, tocamos por todos lados y aun así nos dejamos cosas sin revisar. Menos mal que el Game Master estaba atento y sabía encauzarnos bien. Recorrimos las estancias varias veces y cada vez nos fijábamos en algún detalle nuevo. Nos pareció todo muy realista, especialmente un par de pruebas que no vamos a desvelar (¡obviamente!), pero que nos encantaron y nos dejaron con la boca abierta. Poco a poco fuimos avanzando, jugando en ocasiones, más tensos en otras, conversando, echándonos unas risas, descubriendo, hasta que finalmente conseguimos nuestro objetivo.


Ya con la tranquilidad del deber cumplido, nos hicimos una foto para recordar la experiencia. Después de eso, nos quedamos hablando un buen rato, repasando cada rincón del juego, y volviendo a admirar todo lo que han montado. Nos habríamos quedado más tiempo pero como se acercaba el toque de queda (el pueblo de Bite the Fly no se libra de las restricciones del gobierno 😊) tuvimos que marcharnos. Muchísimas gracias por invitarnos a disfrutar de vuestra sala, como siempre fue un placer pasar un ratito con vosotras y por supuesto ¡¡esperamos que sigáis abriendo salas así y volvamos al pueblo dentro de poco!!