Mina Madrid - La Mina de Quintana

Mina Madrid

Sala: La Mina de Quintana
Dirección: Calle de Sambara 94, Madrid

Visítales: minamadridescaperoom.es/

Valoración de Los Bichos

Nuestra experiencia

Llegó el momento de meterse bajo tierra y sentirse como un verdadero minero en La Mina de Quintana de Mina Madrid. La mejor forma de saber a lo que vas es leer la historia de su página que lo deja muy claro y además le da un toque de misterio, ¿qué encontraremos allí abajo? 

En pleno centro de Madrid se encuentra Mina de Quintana. Se trata de una mina subterránea construida durante la guerra civil como posible vía de evacuación al comunicar diferentes edificios emblemáticos de la ciudad.

Con el transcurso de la guerra, se decidió sellarla y así ha permanecido desde entonces. Han sido muchos los grupos que han intentado descubrir los secretos que oculta esta mina. Se habla de numerosas salas repletas de minerales con un valor incalculable.

Tú, minero intrépido, has conseguido contactar con el nieto de uno de los antiguos trabajadores encargados de su construcción. Con los planos en su poder, habéis decidido reuniros con él a la entrada de la mina para que os ayude en vuestra misión. Eso sí, existe una condición: repartir entre todos lo que encontréis allí abajo.

Es posible que os suene otra sala ambientada en una mina en Barcelona. Nosotros la habíamos jugado en nuestra primera ruta escapista pero todo el mundo nos decía que no había problema en jugarla de nuevo ya que era rejugable casi 100%. Efectivamente consideramos que es una sala rejugable y merece mucho la pena aunque es cierto que la sorpresa no es la misma cuando ya te haces una idea de lo que te puedes encontrar. Tenemos que decir que de las ganas que teníamos de jugar nos presentamos allí el día antes a la reserva… ¡vaya genios! Nos bastó un paseo por la puerta para darnos cuenta que algo no iba bien, en la puerta había otro grupo de jugones esperando. Así que vistazo rápido al correo para comprobar que las ganas de jugar habían podido con nuestra memoria para recordar el día de las citas... Esto solo aumentó nuestras ganas de jugar así que al día siguiente nos presentamos de nuevo y comenzamos nuestro juego. Nos recibió el que iba a ser nuestro Game Master que nos indicó donde dejar las cosas y nos introdujo en la historia. Sin más tiempo que perder y ya metidos en el papel era el momento de comenzar la aventura.

La ambientación de la aventura es un factor clave en este juego. El realismo de los escenarios y de los elementos durante los 90 minutos hace que te sientas como un auténtico minero con una misión importante. Además juegan muy bien con los efectos de luz y sonido lo que en este caso es especialmente importante porque deben recrear el hecho de que estás bajo tierra, y sin duda lo consiguen. El escapista tendrá siempre la sensación de estar bajo tierra. También nos gustó mucho la sensación (totalmente real) de ir avanzado por una mina, las transiciones entre estancias están totalmente logradas y a cada cual más original. Por supuesto no hay un monitor con el tiempo y las pistas, ¡estamos en una mina! Nosotros fuimos solamente dos pero hay espacio para grupos más numerosos sin problema. 

En cuanto a las pruebas y enigmas nos pareció que el número de juegos que hay que resolver en cada estancia está muy bien equilibrado. Es cierto que hay muchas cosas que hacer pero consideramos que tienen una dificultad media y que son asequibles para poder jugar la sala entera y poder disfrutarla. Nos parecieron pruebas muy originales, divertidas e integradas y muchas de ellas son exactamente el tipo de prueba que cuando acabas estás eufórico y lleno de adrenalina (para nosotros el mejor tipo de prueba jaja). La mayoría de los enigmas que encontraremos son tecnológicos e integrados con la temática pero también encontraremos pruebas físicas de esas que a Los Bichos tanto nos gustan y por las que siempre estamos peleando por hacer :) 

Para nosotros fue uno de esos días en los que todo va rodado. Al entrar en la sala estábamos activísimos y nos pusimos a investigar y a resolver como locos. Fuimos avanzando a un buen ritmo por las diferentes estancias y aunque hubo algún momento de atasco mental supimos seguir adelante con alguna ayudita de nuestro Game Master. Pero sin duda algo destacable en nuestro juego fue el momento del final, estábamos acelerados pensando que íbamos mal de tiempo, corriendo de un lado para otro para poder resolver las pruebas que nos quedaban pero como siempre nos suele pasar, ¡al final nos sobró tiempo y conseguimos salir!

Después de una foto, boomerang y de limpiarnos después de salir de la mina (todo muy real) tuvimos una de esas charlas post-juego que tanto nos gustan con un Game Master muy jugón y un fan como nosotros. Resumiendo, una sala totalmente recomendable que jugaríamos una y mil veces (alguien tiene que inventar ya el borrado de memoria para rejugar ciertas salas).