Sala: El Bosque
Dirección: C/ Sebastián Elcano 21, Madrid
Dirección: C/ Sebastián Elcano 21, Madrid
¡Atención que se avecinan curvas! Ya hemos comentado en varias ocasiones que la oferta de salas de terror en Madrid es reducida, y para remediar esto Mindtrap ha abierto su sala El Bosque. ¿Creéis que conocéis bien las historias y cuentos populares? A lo mejor tenéis que mirar con otro punto de vista, no todo es tan bonito como recordáis…
En el bosque ocurren cosas extrañas… Cada vez son más los que desaparecen sin dejar rastro. Los pocos que quedan no tienen más remedio que esconderse. Los aullidos se mezclan con los gritos pidiendo ayuda. Los cuentos no son como te hicieron creer.
Antes de entrar en faena diremos que cuentan con dos modalidades de juego. Una es el modo Pesadilla donde nos tendremos que enfrentar a los inquietantes habitantes del bosque, este es obviamente el modo terror y tiene una parte de acting. Además para la gente a la que no le guste demasiado eso de pasar miedo cuentan con el modo Fary Tale donde disfrutaréis de la misma decoración y una atmósfera tenebrosa y, según indican, mantendrán a los habitantes encerrados. Nosotros nos aventuramos con el modo Pesadilla, ¡queríamos disfrutarlo al máximo! Eso sí, no estamos tan locos como para jugar esta sala nosotros dos solos, así que de nuevo formamos equipo con Sebas y Paula. Y vaya cuatro valientes nos juntamos…
Todo empezó cuando recibimos un misterioso correo con unas pinceladas de nuestra misión y unas instrucciones que debíamos seguir… si nos atrevíamos. Esta forma de comenzar el juego antes incluso de empezar en la sala nos pareció una buena idea. Ya con todo listo, el equipo reunido en la puerta del local y con ganas de descubrir a qué nos enfrentaríamos, llamamos al timbre. Antes de llamar, tuvimos que completar un formulario que desde nuestro punto de vista es necesario leer por las características de la sala. Ahora sí ya no había vuelta atrás, la puerta se abrió y entramos con las piernas temblorosas. Dejamos las cosas donde debíamos y seguimos en todo momento las instrucciones que recibimos.
La inmersión es completa desde el primer momento. La forma de empezar el juego y de meterte en la historia es impresionante, quizás uno de sus mejores puntos junto con la ambientación que es una de las mejores de Madrid sin dudarlo. Se han preocupado por crear un escenario con todo lujo de detalles en el que olvidas que minutos antes estabas en pleno centro de Madrid. Nos gustó mucho como juegan con la iluminación, es una parte fundamental en la experiencia que no debemos tomar a la ligera. Además han utilizado una gran cantidad de elementos para crear este pequeño mundo, unos reales y otros que lo parecen totalmente. Durante la experiencia tendremos una banda sonora que se adecua al momento de juego en el que nos encontremos. Habrá momentos de relativa tranquilidad y momentos frenéticos, y en cada uno de ellos nos acompañará una melodía acorde. Por supuesto, olvidaos de encontrar un monitor con el tiempo o las pistas. No encontraréis algo así para no sacaros de la historia, pero tranquilos que sabréis como vais en el juego. Nos gustaron mucho las transiciones durante la aventura y si os fijáis bien os daréis cuenta de que están muy bien pensadas y acordes con un hilo conductor. Al principio las transiciones son más tranquilas, pero según se avanza, el ritmo va en aumento y os parecerá todo un laberinto. Cuando fuimos nosotros el sistema de pistas era a través de un walkie-talkie pero nos comentaron que estaban dándole una vuelta a eso y lo que nos contaron nos parecieron buenas ideas, así que ya nos contaréis qué os parece.
En las salas con una ambientación de terror, suele haber un nivel más reducido de pruebas, sin embargo en esta ocasión tendremos bastante que hacer. Se trata de una sala con un gran número de mecanismos, pero donde también hay candados y juegos físicos. En alguno de los juegos tendremos que saber tratar con las criaturas del bosque y poner todos nuestros sentidos alerta. Nos pareció muy buena idea que el nivel de dificultad se pueda ir controlando en función de como se esté desarrollando el juego. Eso hará que se pueda ajustar mejor la experiencia a cada grupo y puedan disfrutarlo al máximo. No tenemos que olvidar que siempre tendremos el factor miedo, que al final siempre bloquea un poco y hace que te pienses dos veces ciertas cosas.
Nosotros llegamos con energía pero no nos duró mucho y en cuanto nos dimos cuenta de como iba a ser la aventura, fuimos algo más despacio, con ojos en la nuca y atentos a cada ruido. Desde el principio demostramos ser un equipo muy unido y nuestra seguridad se basaba en estar en contacto entre nosotros. En cuanto entramos un poco en calor empezamos a funcionar mejor y avanzar más rápido. Aunque en los momentos más tensos volvíamos a frenar, en cuanto se pasaban metíamos el turbo. Según avanzaba la experiencia y la intensidad iba en aumento, nuestros gritos también fueron creciendo. Tuvimos que poner en juego nuestras habilidades de comunicación, todos nuestros sentidos, nuestra confianza en el equipo, en fin, que tuvimos que emplearnos a fondo. Al final todo empieza a acelerarse cuando ves que el tiempo se agota. Nosotros en ocasiones pensábamos en dónde nos habíamos metido, que a alguien se le había perdido un tornillo… y quién sabe ;) Algunos puntos del juego nos parecieron arriesgados ya que puede que no a todo el mundo le terminen de gustar, pero que según nuestro parecer, hace que la experiencia sea diferente y única. Nosotros tuvimos momentos de todo tipo, momentos en los que pensábamos que perdíamos a algún miembro del equipo, momentos de bloqueo, de traición, de ataques momentáneos de valentía, de caos, de caballerosidad… Hay momentos de todo tipo.
Cuando terminamos, por fin pudimos respirar aliviados con los deberes hechos. Necesitamos varios minutos para volver a un estado normal, mientras tanto fuimos recorriendo toda la sala recordando cada movimiento que habíamos hecho durante el juego. Por supuesto nos hicimos foto para recordar la hazaña, como no podía ser de otra manera con unos atuendos acordes a la ocasión. Nosotros pasamos un rato genial, así que si queréis pasar algo de miedo (y si no podéis jugar el modo Fairy Tale) atreveos a entrar en El Bosque.
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