Dirección: Calle Linneo 4 Madrid
Visítales: incognitoescape.es
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Una ruptura fue detectada en la continuidad espacio-temporal, Ferdinand von Zeppelin estaba trabajando sobre un hallazgo peligroso. Vuestro equipo de detectives viajará hasta su fábrica de dirigibles en el año 1897 para rescatar la historia tal como la conocemos.
Cuando llegamos allí, nos recibió la que sería nuestra GM y desde el primer momento ya te sientes dentro de la historia. Nos hizo mucha ilusión volver a un lugar que nos resultaba familiar y en el que pasamos tan buen rato en nuestra anterior visita cuando jugamos “Misterio flamenco”. Sin despistarnos mucho entramos en una sala donde nos dieron las instrucciones básicas de una forma que consideramos original y que poco a poco te hace participe de la historia.
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Estamos ante una sala donde predominan los mecanismos y las pruebas están muy bien integradas en el juego y la ambientación de la sala. Recordamos un solo candado porque su forma nos llamó la atención gratamente. Es una sala en la que es importante buscar muy bien y sobre todo tocar por todas partes, tener mil ojos y comunicarte con tu equipo. También tiene una parte donde demostraréis vuestras dotes artísticas y de la que Bicho está muy orgulloso… ¡no tiene desperdicio! Es una sala no lineal, así que se pueden dividir algunas de las tareas y avanzar más rápido aunque hemos de avisar que esto también os puede jugar una mala pasada.
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Nos pareció que tiene una dificultad media-alta y que se puede conseguir si se le da bien al coco. Además se puede elegir el nivel de dificultad en función de la experiencia que tenga el equipo lo que es un plus para aquellos equipos que se inicien en el mundo de los escape room.
Cuando terminamos repasamos cada rincón de la sala y pudimos verlo todo con más tranquilidad. ¡Vaya sistema de pistas chicos! Nos hicimos una foto para no olvidar la experiencia y nos quedamos hablando un buen rato, como nos gusta.
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