Golden Escape Room
Sala: Los Crímenes de la Abadía
Dirección: Avenida de Madrid, 18, Coslada
Dirección: Avenida de Madrid, 18, Coslada
Valoración de Los Bichos
Nuestra experiencia
Escuchamos de lejos el tañido de las viejas campanas de la Abadía sobre el silencio inquietante que lo envolvía todo. No dudamos ni un momento en acercarnos a descubrir qué secretos se escondían tras esas santas paredes.
El Vaticano nos ha encomendado hallar el secreto que entraña la Abadía de San Benito. Disponemos de 60 minutos para pasar las pruebas usando la mayoría de nuestros sentidos y de paso hemos de poder resolver el misterio que entraña dicho lugar con los objetos de la época. Cuidado en la Abadía ya que esconde muchos secretos que nunca se han leído. Nada es lo que parece según un comentario dicho en el Vaticano. ¡Estaremos muy atentos!
En esta ocasión contamos con la ayuda de dos escapistas con quién ya habíamos jugado alguna otra sala y sabíamos que funcionábamos bien incluso en situaciones extremas. Llegamos los cuatro a la puerta y tras llamar al timbre accedimos a una amplia recepción donde nos encontramos con otros grupos de escapistas. Dejamos todas nuestras cosas bien guardadas y cuando nos llegó el turno nos dirigimos a la puerta de la sala donde recibimos el briefing inicial teatralizado con una mezcla de humor y seriedad que al principio nos confundió un poco. Sin más preámbulos…¡al lío!
El Vaticano nos ha encomendado hallar el secreto que entraña la Abadía de San Benito. Disponemos de 60 minutos para pasar las pruebas usando la mayoría de nuestros sentidos y de paso hemos de poder resolver el misterio que entraña dicho lugar con los objetos de la época. Cuidado en la Abadía ya que esconde muchos secretos que nunca se han leído. Nada es lo que parece según un comentario dicho en el Vaticano. ¡Estaremos muy atentos!
En esta ocasión contamos con la ayuda de dos escapistas con quién ya habíamos jugado alguna otra sala y sabíamos que funcionábamos bien incluso en situaciones extremas. Llegamos los cuatro a la puerta y tras llamar al timbre accedimos a una amplia recepción donde nos encontramos con otros grupos de escapistas. Dejamos todas nuestras cosas bien guardadas y cuando nos llegó el turno nos dirigimos a la puerta de la sala donde recibimos el briefing inicial teatralizado con una mezcla de humor y seriedad que al principio nos confundió un poco. Sin más preámbulos…¡al lío!
El juego comienza en una estancia algo pequeña, nosotros éramos cuatro jugadores y estábamos un poco apretados. ¡Menos mal que por aquel entonces no había distancia de seguridad y nos llevamos bien entre nosotros 😉! Sin embargo según se avanza en el juego se va ampliando y nosotros hasta llegamos a agradecer ser un grupo más grande de lo habitual. Nos gustaron las transiciones entre estancias y la forma en la que el juego se va desarrollando por ellas. Hacen que sea un juego dinámico y que no se pare en ningún momento. Los elementos que encontramos y la ambientación de la sala hacen que te metas en el papel y no pierdas de vista la misión.
Se trata de una sala de corte más clásico donde hará falta encontrar códigos, llaves e ir abriendo candados y mecanismos físicos. Consideramos que el juego es de un nivel de dificultad medio donde hay algunas pruebas que son más exigentes y donde es importante también el factor de búsqueda. A nosotros muchas veces nos falla esa parte y nos volvemos locos cuando la solución está delante de nuestras narices. De todas formas en todo momento tendremos la ayuda de un Game Master que estará atento a todos los detalles y a cualquier bache en el camino. En nuestra aventura estuvo muy encima de nosotros, comentando, bromeando y por supuesto ayudando si hacía falta. A nosotros no nos pareció mal y nos reímos mucho ya que era el rollo con el que habíamos entrado a jugar pero habrá equipos que prefieran estar ellos solos y mantenerse así concentrados y metidos en la historia al 100%.
Nosotros empezamos bastante rápido una vez superamos la sorpresa inicial de vernos en un espacio reducido. Nada de claustrofobia, solo que nos estorbábamos entre nosotros y era difícil explorar la estancia. Después de eso fuimos avanzando a buen ritmo siempre acompañados de unas buenas risas cortesía en gran parte del Game Master. Nos atascamos en varias ocasiones y necesitamos algo de ayuda para poder continuar. Fuimos explorando cada estancia, disfrutando y sorprendiéndonos con las transiciones y con lo que nos íbamos encontrando. Nos faltó en más de una ocasión un punto más de búsqueda. No es la primera vez que nos pasa, tendremos que trabajar en ello. Al final fuimos encajando piezas de la historia hasta llegar a descubrir todos los secretos que habíamos ido a investigar y ¡conseguimos el objetivo a tiempo!
Al salir de la sala nos hicimos una foto disfrazados muy divertida donde cada uno sacó lo mejor de sí mismo. Comprobadlo vosotros mismos jajaja Después nos quedamos hablando un buen rato y estuvimos recordando cada paso que habíamos dado durante el juego. Además entramos a ver una de las aventuras que tienen para niños ¡y tenía muy buena pinta! Antes de irnos el vicio pudo con nosotros y aprovechando que tenían otra sala libre, La Caja Diabólica, ¡y entramos a jugar directamente!
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