En esta ocasión nos dirigimos a una sala de la que habíamos escuchado muy buenos comentarios sobre ella, así que no dudamos y fuimos directos a Madrid Terror a experimentar en nuestras propias carnes Paranormal Experience. Desde el principio ya sabíamos a lo que íbamos, a pasar un poco (o bastante) miedo.
Es de vital importancia cerrar el caso paranormal más controvertido. Nos encontramos en una localización envuelta por la polémica, la casa de un famoso cineasta cuyo nombre no podemos desvelar. Por macabro que parezca, la vivienda se construyó en el interior de un antiguo matadero. Debido a la influencia del director y a su siniestra historia, los sucesos inexplicables que allí han acontecido, han sido guardados bajo la más estricta confidencialidad.Pues lo dicho, tocaba pasar miedo y como mal de muchos, consuelo de tontos, aumentamos el equipo con otras dos grandes escapistas. Así los sustos por lo menos se repartirían jeje. También en un triste intento de rebajar el nivel de miedo reservamos por la mañana. Y decimos triste porque desde el momento en el que cruzamos las puertas entramos en un lugar en el que no importa el momento del día. La oscuridad es protagonista y más vale que os acostumbréis a ella cuanto antes. Desde el momento en el que se entra comienza la aventura, así que llamad cuando el equipo completo esté listo.
Como decimos la inmersión comienza desde el primer momento cuando el Game Master nos recibe y nos hace una introducción al caso y empieza a contarnos todos los detalles necesarios. Cuando terminamos recibimos lo que sería nuestro bien más preciado, una linterna que pasaba de mano en mano porque nadie quería quedarse sin un poquito de luz dentro de esa casa. Por supuesto todo estaba pensado y el tener solo un objeto de luz ayudaba a crear un mejor ambiente. Las diferentes estancias tienen una ambientación muy lograda, con elementos reales y robustos que consiguen el efecto de hacerte sentir como en una película. Nos gustó mucho el modo en el que se va pasando entre estancias, y como juegan con los espacios. El escenario es tan grande que se convierte en un laberinto de habitaciones y recodos que llegaremos a conocernos bien (sobretodo las esquinas "más seguras" de cada estancia). Como se dice en la historia, es una casa construida en un antiguo matadero, así que cualquier cosa puede pasar por raro que parezca.
La dificultad de la sala es regulable en tiempo real, quiere decir que si os ven más inexpertos, que os bloqueáis más de la cuenta pueden adaptar durante el juego algunas pruebas para hacer la experiencia más acorde a cada equipo. Esto está muy bien porque si eres más novato no terminas sin haber visto la mitad del juego, y si eres más experto puede suponer un reto y seguro que tienes que sacar lo mejor de ti. En cuanto a las pruebas nos pareció que estaban muy bien integradas en la ambientación de la sala aunque nos hubiera gustado que existiría un poco más de hilo conductor con la historia que estábamos siguiendo. Además hay misiones y pruebas a corto y a largo plazo por lo que ¡no os olvidéis de nada! Durante los 90 minutos que dura la aventura estaréis de un lado para otro resolviendo enigmas y compartiendo experiencias junto a una compañía especial. Una parte fundamental de la experiencia es sin duda la manera de manifestarse de esta compañía especial, luces, sonidos, movimientos de un lado a otro... simplemente perfecto. También juegan con el nivel de terror y es necesario enfrentarse a él para algunas pruebas, las famosas pruebas de valor. En el momento de la reserva puedes elegir el nivel de terror entre tres niveles, así que no hay excusa.
Nosotros nos presentamos allí de buena mañana con una mezcla de ganas y miedo pero dispuestos a darlo todo. Cuando llegó la hora llamamos a la puerta y la aventura comenzó cuando la Game Master nos abrió la puerta. Comenzamos dejando nuestras cosas y recibiendo una explicación de las normas básicas. Esta explicación está integrada con la historia y al mismo tiempo repasamos la misión para la que estábamos allí. Durante todo este rato (ya con una luz tenue) no dejábamos de vigilar cada esquina oscura, cada pasillo interminable, sospechando lo que se nos venía encima. Al principio nos vimos un poco bloqueados y avanzamos despacio debido al factor miedo. Poco a poco fuimos cogiendo ritmo a la vez que recibíamos sustos por todos lados (algunos entre nosotros mismos). Tuvimos que hacer juegos muy “divertidos” que hicieron que nos metiéramos más en el papel. Nos gustó mucho la manera en la que tuvimos que movernos por la casa y descubrir todos sus secretos. Recordamos especialmente un susto que nos hizo saltar a todos hacia atrás. Durante todo el rato estuvimos moviéndonos de un lado a otro sin perder ese punto de tensión en ningún momento. Hacia el final tuvimos algunos problemas con un juego que tenía que ser muy exacto y preciso y sentimos como el tiempo se nos iba escapando.
Al final conseguimos nuestro objetivo y pudimos salir de allí sanos y salvos. Una vez más tranquilos recorrimos cada rincón del juego repasando todo lo que habíamos hecho. ¡Incluso conocimos a nuestros compañeros de aventuras! Por último nos hicimos una foto para recordar la hazaña y marchamos con el sentimiento del deber cumplido. ¡Hasta la próxima!
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