Dirección: Plaza Condesa de Gavia 3, Madrid
Visítales: enigmaexpres.com
Llegó el momento de visitar una sala de escape que teníamos apuntada desde hacía mucho tiempo en la libreta. La historia que presentan ofrece ese punto de misterio que te atrae, aunque no sabes por qué. Además tienen un vídeo muy currado que os meterá de lleno en el papel.
De repente todo está oscuro. Abres los ojos y te encuentras encadenado en una habitación fría, húmeda y silenciosa. Un inquietante zulo. No sabes cómo has llegado hasta allí… Y lo peor: no sabes si vas a poder salir. Lo último que recuerdas es sentir unos pasos tras de ti y una firme mano con dedos como garfios agarrándote el brazo. Pero por unas décimas de segundo sí que pudiste ver algo más: la mano estaba tatuada con un murciélago, el mismo del que hablaron en las noticias esa misma mañana, cuando anunciaron una nueva desaparición. Y van cinco… Cinco personas desaparecidas en los dos últimos meses. La sangre te bombea en las sienes, tu corazón va a mil revoluciones… Ahora te encuentras en un lugar impío y tenebroso, y con la apremiante sensación de que solo en tu propia voluntad, utilizando tu sentido común y manteniendo la calma, lograrás fugarte del zulo.
Para esta vez buscamos un equipo altamente cualificado que nos pudiera ayudar a salir del zulo antes de que fuese demasiado tarde. Como no lo encontramos, tuvimos que conformarnos con otra pareja de estropeados como nosotros... Llegamos allí por separado y justo a la hora. Nada de toma de contacto, la cosa prometía. Cuando entramos al local, la Game Master que nos llevaría en esa ocasión, nos condujo directamente escaleras abajo, a la puerta del zulo donde nos explicó las normas básicas, tipos de candados y todo lo necesario. Una vez listos y con nuestras pertenencias a salvo en unas taquillas era el momento de comenzar la aventura.
Con el briefing inicial ya empiezas a meterte en el papel y a darte cuenta de que no vas a ir precisamente a un lugar bonito y apacible. El comienzo del juego es algo diferente a lo típico, aunque tenemos que reconocer que ya lo hemos visto en algunas salas. El juego se puede hacer dos personas, pero pensamos que un grupo algo mayor encaja mejor en esta sala. Nosotros fuimos cuatro y no tuvimos la sensación de quedarnos parados prácticamente en ningún momento. Y espacio hay de sobra para no molestarse entre los miembros.
La ambientación está bien, quizá no llame tanto la atención como otras salas, pero es lo que es, un zulo. En cuanto a las pruebas hay un gran número de ellas y de distintos tipos. Alguna nos resultó bastante complicada y nos bloqueamos hasta que salió al rescate nuestra Game Master. En esta sala no se tiene un monitor con el tiempo, ni un reloj así que debemos centrarnos en salir cuanto antes de allí. El método de comunicarse con el exterior, es a través de un walkie-talkie.
Como equipo funcionamos como una máquina bien engrasada. Fuimos revisando casa rincón de las diferentes salas y resolviendo puzles a un buen ritmo. Sin haber planeado nada especial. íbamos repartiendo el trabajo y las pruebas de una forma natural. Al final conseguimos nuestro objetivo sobrándonos unos 11 minutos. Cuando salimos nos dieron nuestro chupito de la victoria y nos hicimos la foto de recuerdo ya con la luz del sol de fondo.
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