Maximum Escape - La mazmorra: la última partida

Maximum Escape

Sala: La Mazmorra: la última partida

Dirección: Carrer de Girona 27, Barcelona

Visítales: barcelona.maximumescape.com

Valoración de Los Bichos:

Ambientación:
Originalidad:
Nexo temática-puzzles:
Game Master:

Dificultad:

¿Conseguido?

La siguiente parada en nuestra ruta fue una de las salas de Maximum Escape, un sitio del que habíamos oído muy buenas críticas. Tienen varias salas y la decisión era difícil así que, de nuevo, nos dejamos aconsejar, y fuimos a probar “La Mazmorra: La última partida”. A priori no nos sonaba especial, una típica mazmorra de la que escapar, pero nada más empezar nos dimos cuenta de que estábamos muy equivocados:

Las mazmorras del medievo europeo contenían muchos secretos terribles. Nadie sabe por qué habéis acabado ahí, en esos melancólicos laberintos subterráneos. 

Antes de vuestra ejecución, el verdugo ha decidido jugar con vosotros en este reto. Queda en juego vuestra vida.

Llegamos a la puerta nerviosos como si fuera de las primeras salas que hacíamos. Habíamos empezado muy bien la ruta y no sabíamos qué nos íbamos a encontrar allí. Cuando entramos nos recibió nuestra Game Master que nos indicó unos sillones en el hall donde sentarnos. Nos entregó unos formularios, consentimientos, etc. y desapareció. Todos estos papeles tuvimos que rellenarlos en inglés cosa que nos pareció un poco rara. Pensamos que sería algo estándar, siempre en inglés para todo el mundo, pero después nos dimos cuenta de que no era así sino que nos habían dado los papeles incorrectos. Una vez todo firmado, nos contó la historia de la sala, dejamos nuestras cosas en unas taquillas y fuimos directos a empezar la aventura. ¡Que ganas de empezar!

Nada más cruzar la puerta nos transportamos a otro lugar. La ambientación es increíble y va mejorando aún más según avanza el juego. Estancias, decoración, llaves, objetos, todo está muy currado. Realmente parece que estás en unas mazmorras de la Edad Media. A nosotros nos suele costar acostumbrarnos a los juegos en los que no hay mucha luz y tenemos que esforzarnos el doble en busca pistas, pero que se puede esperar en una mazmorra. Es una sala que se puede hacer perfectamente dos personas, pero un grupo un poco más grande tampoco se va a estorbar.

Para no faltar a la costumbre, empezamos despacio, y especialmente con un momento crítico de bloqueo temporal que después quedó en unas risas. Después de eso y con la ayuda de nuestra Game Master, conseguimos acelerar y finalmente se nos dio bastante bien. Las pruebas no son especialmente difíciles en general. Siempre hay alguna en la que te atascas y una vez resuelta no sabes cómo no lo resolviste a la primera. Juegan muy bien con los objetos y las estancias y consiguen pruebas muy originales. Como consejo os diremos que busquéis muy bien, toquéis todo y recordad que cualquier cosa puede ser útil en cualquier momento del juego. Y muy importante, escuchad a aquellos que os quieren ayudar 😉. En general consideramos que la sala tiene un nivel medio que te permite disfrutar de la sala de escape y de todo lo que te rodea. Por supuesto no encontraréis ningún candado que desentone con la época del juego. Tampoco hay un monitor donde ver el tiempo que queda antes de la llegada del verdugo, así que hay que darse toda la prisa posible.

Cuando salimos ¡ahí estaba nuestra Game Master para darnos la enhorabuena! Hicimos un recorrido por la sala recordando cada paso y cada prueba. Por supuesto, nos hicimos una foto con el atuendo de época y fuimos a por nuestras cosas a la taquilla. Por lo visto era el cumpleaños de algún compañero de nuestra Game Master y había un montón de gente reunida celebrándolo en el hall del local. Nos pareció un poco raro que lo hagan con clientes dentro, suponemos que por eso no nos hablaron sobre sus otras salas, ni nos dio tiempo a hablar con ellos antes de irnos.

La segunda parada de nuestra ruta también fue un éxito. ¡Estaba poniéndose el listón muy alto! Nos pareció que es algo más que una sala de escape, es una aventura donde durante una hora te centras en librarte del verdugo que viene a por tu cabeza.