Fugas de Cerebro - La colección privada de los Beamonte

Fugas de Cerebro

Sala: La colección privada de los Beamonte

Dirección: Calle Víctor de los Ríos 30, León

Visítales: fugasdecerebro.com

Valoración de Los Bichos:

Ambientación:
Originalidad:
Nexo temática-puzzles:
Game Master:

Dificultad:

¿Conseguido?

Aprovechamos nuestra visita a León para hacer una mini-ruta y disfrutar de las salas que tiene la ciudad. No podíamos ir allí y no hacer un poco de turismo por sus calles, charlar con su gente y por supuesto probar sus ricas tapas. Después de coger energía, era el momento de escapar. Nuestra primera parada sería en Fuga de Cerebros en su sala La Colección Privada de los Beamonte. Para llegar al local nos guiamos por la música de una feria cercana, por lo que al llegar allí teníamos ya ganas de pasar un buen rato. Cuando entramos, cambiamos rápidamente el chip por el ambiente de misterio que dominaba. Nos recibió el Game Master que nos guiaría en nuestra aventura. Nos preparamos rápidamente y pasamos al momento de la inmersión:

¿Qué se esconde detrás de los Beamonte? ¿Por qué enseñarle al mundo su legado ahora? ¿Por qué aquí? ¿Por qué a ti? 

Demasiadas preguntas y un solo lugar capaz de darte respuestas... 

Prepárate para destapar uno a uno todos los entresijos de esta oscura familia y asegúrate de que sea rápido. Aquí el tiempo juega en tu contra y nada, absolutamente nada, es lo que parece. 

Después de esto cruzamos emocionados la puerta y comenzamos el juego. Por el tamaño de la sala nos dimos cuenta rápidamente de que está pensada para grupos algo más numerosos que el nuestro, y que nos iba a tocar correr y esforzarnos al máximo. La ambientación no es lo que más llama la atención al principio, pero va mejorando a medida que avanza el juego. Es una sala clásica donde predominan los candados, pero también esconde algunas agradables sorpresas. Consideramos que tiene un nivel medio, asequible para todos los gustos y edades.

En un determinado momento del juego hay algunos escalones, así que tenedlo en cuenta y sobre todo cuidado, que las prisas no son buenas. Según avanza el juego crece la tensión así que mucho ojo. 

Nosotros comenzamos como de costumbre recorriendo cada rincón intentando asimilar todo lo que encontrábamos. No se nos dio mal y avanzamos bastante rápido hasta que nos atascamos en una tontería. Pero nuestro Game Master acudió al rescate y con sus sutiles pistas pudimos seguir adelante sin problema. Recordamos especialmente un momento que nos sorprendió, no nos creíamos lo que nos encontramos y casi casi vimos perdidas nuestras esperanzas de lograrlo. Al final conseguimos nuestro objetivo con un buen tiempo, la sensación del deber cumplido y con las piernas cansadas de tanto correr.

Al salir estuvimos charlando un ratillo con el Game Master, nos estuvo descifrando algunas partes del juego que no habíamos entendido y nos contó algunas ideas que tenía para añadir a la sala. Nos parecieron grandes ideas y que le darían algunos puntos extra al juego, ojala pueda incorporarlas :) Nos hicimos la foto de recuerdo y nos despedimos con un buen sabor de boca.