28/2/17

Escape College - Vaticano

Escape College
Sala: Vaticano
Dirección: Calle San Bernardo 5, Madrid





Valoración de Los Bichos:
Ambientación:
Originalidad:
Nexo temática-puzzles:
Game Master:

Dificultad:
¿Conseguido?



Teníamos ganas ya de probar una de las salas de Escape College pero siempre que mirábamos tenían todas las horas cogidas y finalmente, después de mucha espera, pudimos reservar. Nos decidimos por hacer la sala Vaticano. Tienen un montón de salas así que la decisión no fue fácil. En realidad tenemos muchas ganas de probarlas todas así que sólo elegimos por dónde empezar. La historia ya nos atraía por sí sola, pero es que además la acompañan en su página con un vídeo de una altísima calidad. Te hace sentir como el protagonista de una película. Nosotros reconocíamos algunos de los lugares, así que lo notábamos más cercano todavía. La historia dice así:

El padre Francisco acude a San Pedro del Vaticano ante el Gran Maestre en busca de consejo. Después de escucharle, huye a Madrid para proteger el Santo Grial, ciudad en la que se esconde según los indicios del padre Francisco.

Semanas más tarde, Francisco aparece muerto en extrañas circunstancias. La Orden del Temple decide mandar a un equipo de sus mejores monjes eruditos para investigar el paradero de la pieza, que debe quedar a salvo cueste lo que cueste.

Sus pesquisas les llevan al despacho del Obispo, pero solo disponen de 60 minutos hasta que éste vuelva de su misa y les sorprenda en su despacho.

¿Seréis capaces de completar la misión?

La primera prueba de todas es encontrar el local. Aunque esta es fácil y además está bien indicado. Se encuentra dentro de una galería comercial, lo que nos vino muy bien para quedarnos luego hablando un buen rato entre nosotros, porque ese día llovía a cántaros. 

Cuando entramos al local nos cruzamos con el grupo anterior, enseguida nos tapamos los oidos que no queríamos ningún tipo de spoiler,  y por sus caras diríamos que se lo habían pasado en grande. Nuestra Game Master nos recibió con una sonrisa y nos contó como de costumbre las reglas del juego, nos dijo dónde dejar las cosas, y al lío.

El briefing lo realizamos dentro de la sala, lo que nos pareció algo nuevo porque hasta el momento siempre lo habían hecho justo antes de entrar. Bajo nuestro punto de vista, esta forma de ponernos en situación hace que te pierdas muchos detalles de la historia porque en lugar de escuchar, tu instinto escapista hace que según te cuentan la historia tus ojos ya estén buscando pistas y analizándolo todo. Y ya sí, cuando nuestra Game Master salió y cerró la puerta nos pusimos en marcha. Lo único que diremos del interior de la sala es que tengáis cuidado con la alfombra. Bicho comprobó de cerca que no se puede salir de la sala atravesando el suelo.

La ambientación de la sala está bastante lograda, a primera vista parece pequeño pero según vas descubriendo pistas la cosa cambia. Hay algunas pruebas difíciles (que no complicadas, simplemente requieren más atención) y otras más asequibles. Como nos está pasando en las últimas salas, nos costó bastante arrancar y todo sea dicho, en este caso fue por falta de observación. Así que ya sabéis chicos, ¡los ojos bien abiertos! Nosotros nos quedamos atascados en un par de pruebas, pero con las pistas de nuestra Game Master conseguimos sacarlas sin perder demasiado tiempo. Las pruebas no tienen un nivel tecnológico elevado, usando candados de combinación y llave de manera ocurrente. Algo que echamos en falta, como ya nos ha ocurrido en otras salas, es que la pantalla donde se puede ver el tiempo y las pistas no se vea desde cualquier parte de la sala y tengas que estar desplazándote de un lado para otro. Esto hace que en algunas ocasiones no te des cuenta si tu Game Master te está intentando ayudar a través de pistas.

Finalmente conseguimos salir con 7:04 minutos de margen. Antes de salir miramos la sala y nos dimos cuenta de que en nuestro afán por escapar, lo habíamos revuelto todo. Les dejamos un buen curro a los chicos de Escape College.


Después nos hicimos la foto de rigor y nos estuvieron contando un poco del resto de salas que tienen. Tenemos que decir que nos pusieron un poco los dientes largos. Especialmente con la última sala que han abierto “The White Room”, una habitación completamente blanca con pocos elementos sin aparente relación. Seguro que no tardaremos en volver a visitarles. ¡Hay donde elegir!

Otro detalle que nos gustó mucho es que apenas 5 min después de salir del local la foto ya estaba colgada en su página de Facebook y con reseña incluida.

¡Muchas gracias chicos!


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