Parapark
Sala: Pasaje número 9
Dirección: C/Manzana 15, Madrid
Visítales: madrid.parapark.es
Esta vez tocaba ir a probar una sala especial, y es que Parapark fue la primera sala de escape que abrió en Madrid allá por el 2013. Precisamente la semana pasada han cumplido 4 años, ¡muchas felicidades! Desde entonces muchos han seguido su ejemplo y ahora Madrid cuenta con un gran número de salas de escape. Por supuesto se nota que han ido cambiando, evolucionando, incorporando tecnología, desarrollando historias increíbles actores que interactúan y te hacen sentir como en una película, etc. Nosotros fuimos a hacer “Pasaje número 9”. Está considerado el segundo nivel de las dos salas que tienen, pero pueden hacerse independientemente. ¿Os atrevéis a descubrir los secretos que se esconden tras el pasaje número 9?
Cuando llegamos allí vimos los característicos clavos enlazados de Parapark. Estos clavos fueron uno de los primeros rompecabezas de la infancia de Bicho y todavía lo tiene guardado en un cajón. Cuando entramos nos recibió nuestra Game Master que nos explicó las reglas básicas y nos introdujo la historia de la sala. Nos llamó la atención que nos hicieran pagar antes de entrar a jugar. Nos explicaron que hay gente que si no consigue salir, no quiere pagar. Una vez todo listo bajamos las escaleras y empezamos la aventura.
La sala no destaca por la ambientación, sino que se centra más en los puzles a resolver. Al principio nos pareció que iba a ser una sala pequeña, pero según avanzas la cosa cambia. Es una sala clásica donde predominan los candados, aunque esto ya lo imaginábamos al ser de las primeras salas. Se nota en algunos objetos de la sala que han pasado por allí un gran número de escapistas. Nos pareció que algunos de estos objetos que encontramos, simplemente estaban porque formaban parte de un puzle y no terminan de encajar con el hilo de la historia.
Tanto el tiempo como las pistas se dan a través de un monitor. Sin embargo, para comunicarnos nosotros con nuestra Game Master debemos utilizar un walkie, como hemos visto en otras ocasiones. El nuestro dejó de funcionar al cuarto de hora y a pesar de las señas que hicimos a la cámara repetidamente para poder solucionarlo, no obtuvimos respuesta. Así que desde ese momento fuimos a la aventura. En un determinado momento nos atascamos por no querer forzar y hasta que no volvimos a probar con un poco más de fuerza no pudimos continuar. Un poco después nos volvió a ocurrir algo parecido donde teníamos que hacer algo que no se suele poder en las salas de escape. Y no lo llegamos a hacer, al final sacamos la solución (una parte) por pura lógica. La mayoría de las pruebas nos parecieron muy ingeniosas, pero otras no nos terminaron de convencer del todo. La banda sonora acompaña muy bien durante el tiempo de juego e incluso en algún momento hace que mires a tu espalda…por si acaso. En general consideramos una sala de dificultad media-baja. Pero no os confiéis que tendréis que darle al coco.
Finalmente conseguimos salir con casi 10 minutos de margen, contentos porque nos lo pasamos muy bien pero con un sabor agridulce porque no sentíamos haber recibido la atención que creemos que se le debe dar a un equipo dentro de una sala. Nos gustó mucho visitar a los pioneros de Madrid y pasamos un rato divertido. Por un lado estaría muy bien que siguieran evolucionando las salas para incorporar las últimas novedades, pero por otro lado, es bonito ver como eran las primeras salas y mantenerse en lo clásico. Así que esa difícil decisión se la dejamos a ellos 😉
Cuando llegamos allí vimos los característicos clavos enlazados de Parapark. Estos clavos fueron uno de los primeros rompecabezas de la infancia de Bicho y todavía lo tiene guardado en un cajón. Cuando entramos nos recibió nuestra Game Master que nos explicó las reglas básicas y nos introdujo la historia de la sala. Nos llamó la atención que nos hicieran pagar antes de entrar a jugar. Nos explicaron que hay gente que si no consigue salir, no quiere pagar. Una vez todo listo bajamos las escaleras y empezamos la aventura.
La sala no destaca por la ambientación, sino que se centra más en los puzles a resolver. Al principio nos pareció que iba a ser una sala pequeña, pero según avanzas la cosa cambia. Es una sala clásica donde predominan los candados, aunque esto ya lo imaginábamos al ser de las primeras salas. Se nota en algunos objetos de la sala que han pasado por allí un gran número de escapistas. Nos pareció que algunos de estos objetos que encontramos, simplemente estaban porque formaban parte de un puzle y no terminan de encajar con el hilo de la historia.
Tanto el tiempo como las pistas se dan a través de un monitor. Sin embargo, para comunicarnos nosotros con nuestra Game Master debemos utilizar un walkie, como hemos visto en otras ocasiones. El nuestro dejó de funcionar al cuarto de hora y a pesar de las señas que hicimos a la cámara repetidamente para poder solucionarlo, no obtuvimos respuesta. Así que desde ese momento fuimos a la aventura. En un determinado momento nos atascamos por no querer forzar y hasta que no volvimos a probar con un poco más de fuerza no pudimos continuar. Un poco después nos volvió a ocurrir algo parecido donde teníamos que hacer algo que no se suele poder en las salas de escape. Y no lo llegamos a hacer, al final sacamos la solución (una parte) por pura lógica. La mayoría de las pruebas nos parecieron muy ingeniosas, pero otras no nos terminaron de convencer del todo. La banda sonora acompaña muy bien durante el tiempo de juego e incluso en algún momento hace que mires a tu espalda…por si acaso. En general consideramos una sala de dificultad media-baja. Pero no os confiéis que tendréis que darle al coco.
Finalmente conseguimos salir con casi 10 minutos de margen, contentos porque nos lo pasamos muy bien pero con un sabor agridulce porque no sentíamos haber recibido la atención que creemos que se le debe dar a un equipo dentro de una sala. Nos gustó mucho visitar a los pioneros de Madrid y pasamos un rato divertido. Por un lado estaría muy bien que siguieran evolucionando las salas para incorporar las últimas novedades, pero por otro lado, es bonito ver como eran las primeras salas y mantenerse en lo clásico. Así que esa difícil decisión se la dejamos a ellos 😉
No hay comentarios:
Publicar un comentario